Por mucho que sigamos creciendo, nos paso lo mismo, seguimos tropezandonos constatemente.
Puede que, necesitamos eso, para poder aprender o no.
Puede que, simplemente no seamos consciente de las cosas que tenemos a nuestro alrededor y del poder que tenemos sobre ellas.
O puede que, todo esto (nuestro camino) sea un cúmulo de pruebas en la que debemos aprender.
Muchas veces no podemos dormir, porque pensamos en lo que pudimos evitar.
Quizá porque causamos un dolor en otra persona sin darnos cuenta, en el que te sientes dolorido y no te deja avanzar. Te sientes culpable, al causar un dolor ajeno, al que te machacas por haberlo hecho.
Quizá eso nos hace ser humanos, no el hecho de causar dolor, sino el hecho de sentirnos culpables por causar un dolor en otra persona a la que apreciamos y queremos, pero lo que nos hace humildes realmente es no causarlo.
Posiblemente si no hubieramos causado ese dolor nos honraría tan sólo porque a las personas que apreciamos no deberíamos hacer eso.
Pero también es verdad que somos humanos no perfectos, y estamos hechos para cometer errores, en los que como dije antes, tropezamos constantemente para volvernos a levantar.
La vida es un cúmulo de pruebas en la que vas aprendiendo a caer de manera diferente y volviendote a levantar más agilmente.
