jueves, 10 de mayo de 2012

Quizá el problema del árbol no sea su fruto, si no sus raíces

Quizá, el problema no está en lo que somos, sino en lo que hacemos (o decimos)


Muchas veces, hacemos las cosas porque las sentimos así, yo soy de esas personas que se dejan llevar por los impulsos y los sentidos. Pero también, es verdad que no siempre debería de ser así. Porque cada paso cuenta y depende de uno mismo que sea hacia adelante o hacia atrás.

Con esto sólo puedo decir que viva la impulsividad, porque aunque a veces nos juegue malas pasadas, vale la pena ser impulsiva para no pensar tanto las cosas (Hay que tirarse de vez en cuando a la piscina, aunque nos llevemos un taponazo porque esté vacía, eso nos ayuda a mejorar)


Darnos un taponazo nos ayuda a mejorar? Obviamente que sí, nos ayuda para ver las cosas desde otro punto de vista que antes del choque sólo veíamos de una manera, cuando hay millones de formas..



.. Soy impulsiva y corro el riesgo,
..Porque asumo la responsabilidad de serlo, 
..Porque serlo es un instinto que ayudaría a muchos a no comerse la cabeza y a ver las cosas por uno mismo.

Recuerda que, a veces, tan sólo necesitamos 20 segundos de coraje para saltar a la piscina con todo y sin nada"


Las cosas comienzan a encajar con perfección absoluta cuando estamos concentrados en lo que queremos

Sin embargo, si no sabemos lo que queremos no podremos ayudarnos tan siquiera a nosotros mismos.


   Por eso, cuando sepamos lo que deseemos hay que sentirlo nuestro aunque aún no lo sea, para así "llamarlo de algún modo" hacia nosotros.
Si quieres algo, pero no lo deseas de verdad, no será tuyo.


Es fácil, tan sólo desealo (siéntelo) y será tuyo.

"Sensaciones"

Esas sensaciones que sientes como un sentimiento te llena tanto que no puede faltar en tu vida,
esas sensaciones que te transmiten más que cualquier tipo de palabras bien escritas,
esas sensaciones que ocupan una gran parte de tu tiempo y te sientes bien porque es así.


Sensaciones que nos rodean cada día, en cualquier momento pueden estar como no..por eso hay que aprovecharlas y exprimirlas hasta la última gotita para poder decir que valió la pena, mientras duro..

Suele suceder que en los peores momentos de nuestra vida aprendemos las mejores lecciones..

    ..Esto es debido, a que hasta que no nos chocamos a toda velocidad contra una pared no abrimos los ojos a la realidad que no queríamos ver..
En ocaciones, nos sucede que creemos querer que necesitamos lo que queremos, pero eso es sólo en diminutos casos. Mayormente, lo que queremos no es lo que necesitamos, pero no nos damos cuenta hasta que lo vemos por nuestros propios ojos (por nuestra propia realidad). Mientras tanto, sólo vemos lo que queremos ver..


"Hasta que, ese accidente nos hace despertar del sueño profundo que teníamos de la realidad"

No podemos impedir lo que no podemos predecir..

Cada día, a cada hora, a cada minuto del día pasan millones de situaciones alrededor de nuestras vidas que sólo damos importancia a las nuestras propias. Desconocemos el alcanze de las demás, tampoco nos preocupamos de eso, sino de la situaciones que nos perjudican.


No nos percatamos sino por y para nuestro vida, porque sencillamente no estamos acostumbrados a ver lo que los demás sienten o padecen, a no ser que sean seres queridos, parientes, amigos, allegados, o como quieran llamarlo.


Cada uno vive una situación diferente a la realidad del otro, tú puedes decidir si ayudarlo o no, pero es verdad que no lo has vivido para poder saber en carne y hueso. Por mucho que te digan "me pongo en tu lugar y.."
Es fácil decir esas palabritas, lo difícil es sentirse en esas situaciones incómodas que le pasan a uno mismo.


Hay que pensar que las cosas pasan por una razón, sean buenas o malas hay que estar preparados para lo peor, y aceptar lo que venga, venga donde y como venga. 
Porque estamos preparados para soportar todo y más. Lo único es que no lo sabemos o no queremos saberlo..