Sin embargo, si no sabemos lo que queremos no podremos ayudarnos tan siquiera a nosotros mismos.
Por eso, cuando sepamos lo que deseemos hay que sentirlo nuestro aunque aún no lo sea, para así "llamarlo de algún modo" hacia nosotros.
Si quieres algo, pero no lo deseas de verdad, no será tuyo.
Es fácil, tan sólo desealo (siéntelo) y será tuyo.
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