Lo pintaron todo de color de rosa” .
Cuando realmente sabemos que hay otros colores, pero no nos dejaron tener nuestro propio criterio. Nos adornaron todo, nos dibujaron falsas esperanzas con sonrisas de mentira.
Ignoramos los demás colores, los
olvidamos insconcientemente, sabemos que están ahí, pero es como si
no le dieramos la oportunidad de ver más alla.
Llega un punto en nuestra vida que el
color de rosa nos crea falsas expectativas, nos crean ilusiones
perdidas, que no aparecen y que no vemos que llegue nunca.
En ese preciso momento, te planteas que
hay más colores. Que hay un mundo lleno de ellos. Con grandes
expectativas, con ilusiones, con ganas de todo y al mismo tiempo, de
nada vacío.
Te llenan la cabeza de palabras vacías.
Todo lo que creías no es, lo que tu añorabas resulta que no es lo
que pensabas, que en lo que confiabas más profundamente sientes que no es lo que
te va a hacer feliz. Que por mucho que no te quieras dar cuenta, por
más tiempo que pase, por mucho que te quieras empeñar de lo contrario, estarás más segura de eso.
Un día te planteas todo. Todos los
colores, imcluso más allá del arco iris.
Te vas dando cuenta que no
es todo lo que parece. Sientes que todo lo que realmente necesitas no
tiene porque ser rosa.
Te das cuentas que no hace falta que sea de un
color u otro. Lo que te das cuenta realmente, es que da igual el
color que sea , mientras a ti te haga feliz, si te encanta, si te
llena , si te gusta no lo dejes escapar.
Pero eso sí, si te acostumbras a un
color en concreto no vas a ver más allá de ahí, y estarás como al
principio.
Por eso, cuando estes segura del color que te haga sentirte plena, quédatelo y no lo
sueltes. Porque, si se va, si lo dejas ir. Por mucho que quieras
buscar, no habrá ese color en ningún lado, porque solo estará
dentro de ti.
Asi que, sé espejo de tu propio sueño y juega a ser el viento, sin ataduras por la locura para abrazar la vida.
Recuerda la vida es creer"..