Siempre nos empeñamos en querer lo que no tenemos y cuando de verdad lo tenemos o lo sentimos nuestro deseamos otra cosa.
Nunca nos conformamos.
Siempre queremos más..
Esto está bien, porque nunca debemos conformarnos con lo que somos o lo que tenemos, siempre hay que ir a más para poder superarse uno mismo. Pero siempre sabiendo lo que realmente uno quiere.
Porque si verdaderamente queremos algo que creíamos querer, cuando lo tenemos nuestro pierde importancia y no lo queremos. Eso significa, que no era lo que realmente queríamos.
Simplemente, lo veíamos como un capricho (es esa sensación, cuando te apetece mucho chocolate, te lo comes saboreandolo y cuando se termina, se acabo) adiós capricho. A veces, quieres más y otras, si repites te cae pesado.
..Por eso, sólo hay que disfrutar del momento deseado y aprovecharlo hasta exprimirle todo el jugo, que luego no hay más, no pasa nada, hay más naranjas (o limones, según el gusto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario